2 de octubre de 2012

Dos errores


No fue casualidad que dos seres tan complementarios hubieran llegado a conocerse. Pienso en el Azar puesto que no creo en el Destino, aunque no deja de ser curioso, más aun si tenemos en cuenta que ninguno de los dos fueron deseados en el momento de su concepción. Uno por ser primogénito, la otra por ser la última de tres hermanos, el caso es que ninguno se esperaba. Eran dos errores de calculo, dos equivocaciones que se asumieron, que lucharon por ser anfitriones de una fiesta a la que no habían sido invitados. No fue casualidad que se conocieran, fue casualidad que los dos existieran.

Jandro Güell.

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