6 de junio de 2013

Exilio


En la séptima vuelta que dio sobre sí mismo, atravesado en el metro y medio que acotaba la cama, la almohada cayó expulsada al suelo. Las sábanas, retorcidas y descolgadas, aceptaron también la llegada de su exilio. La única opción, huir de aquel violento insomnio que gobernaba. No había lugar para compañeros de la paz ni aliados del sueño.




Jandro Güell.