Todo lo que somos y lo que
podemos hacer ocurre en un lapso de tiempo concreto al que llamamos vida; esa
horquilla temporal está delimitada por lo que denominamos nacimiento y muerte,
por lo que ésta última es parte implícita de la propia vida (omito el nacimiento
puesto que, siendo origen, sin él desaparece el concepto “vida”); ergo si la vida es todo y sabemos que acaba, todo lo que acontece es
susceptible de terminar en cualquier momento.
Corolario: la conclusión de un acto emprendido no coincide necesariamente con el fin del concepto "vida" y no se puede predeterminar.
Corolario: la conclusión de un acto emprendido no coincide necesariamente con el fin del concepto "vida" y no se puede predeterminar.
Jandro güell.