27 de diciembre de 2012

Suicidio pasivo


Ya sabéis que no me siento demasiado cómodo hablando en público, aún así creo estar obligado a agradeceros profundamente que hayáis podido asistir a esta reunión. Cabe decir que nunca he ostentado un gran poder de convocatoria, no obstante me felicito por haber sido capaz de reunir caras que hace mucho que no veía y otras, más habituales, por las que siento un enorme cariño.

Hoy es el día de mi cumpleaños, como todos sabéis, pero no es el motivo por el que me propuse rodearme del rosario de personas que tengo por orgullo. Mi objetivo primordial es el de haceros conocedores de lo inminente de mi muerte. Por favor, dejad que concluya. La enfermedad que me abate está en su último estadio y no me precio de ser luchador cuando la batalla ya está perdida. Para muchos seré un cobarde. No os lo reprocharé. Pero no es miedo ni falta de bravura, es aceptación. Acepto la vida que he llevado, mis aciertos y errores; comprendo que lo que no hice fue porque no quise o no pude, pues no siempre se cumple el dicho; recuerdo mis años recientes y algunas anécdotas salpicadas que se gravaron caprichosas en la memoria sin yo pretenderlo; y todo ello me parece suficiente. Se me ha concedido un tiempo y lo he utilizado, ahora me parece hipócrita querer arañar alguno más imaginando que sacaré mayor provecho.

Éste no es un discurso macabro, simplemente pretendo gozar de mi funeral con vosotros. Un funeral sin luto, sin llanto y sobretodo sin difunto. Poder despedirme de vosotros con un abrazo y no esperar vuestro último adiós cuando ya no pueda escucharlo. Velaremos juntos la noche, brindaremos por el pasado, comeremos del presente y apuraremos de verdad lo que nos quede. En definitiva, seremos conscientes de que estamos viviendo.

Jandro Güell.

12 de diciembre de 2012

El actor


Quiero ser embustero, el gran mentiroso, un espejismo de emociones . Acreedor de falsedades, suplantador de identidades; hipócrita, cínico, ilusionista, manipulador de realidades; creer mis propias mentiras para aparentar las perfectas verdades; fingir opiniones, creencias y modales; inventar historias verosímiles para confundir al respetable. Y al final de la farsa, inundado del aliento de los crédulos, quitarme la máscara y que el público se desengañe.

Jandro Güell.

10 de diciembre de 2012

Cuando duermo

Palpita mi corazón desnudo en la oquedad de mi cráneo. Suenan tambores en las membranas de mi pecho; sonidos de guerra que, entre calma y calma, desatan tormentas de suelo a techo; tronar de bombo y caja a ritmo procesional de viernes en luto; bombeo cadente en los callejones que enmarañan mi cuerpo, regando con rojos nazarenos de paso sereno.  Su tiritar resuena en el cuello , y zigzaguea entre las montañas de la nevada almohada, como el inquieto eco que busca su muerte en espacio abierto.

Jandro Güell.