Si la vida es un camino
que andar, mira al suelo y estate atento, no creas que por caminar recto o
seguir huellas de los que ya anduvieron el sendero es más seguro o correcto. Se
prudente caminero, es el consejo que grabó en piedra un antiguo viajero. Cayado
romo, equipaje escaso, zapatos gastados, a ratos descalzo, sed que araña la
garganta, fatiga que posa la mano en el lomo.
Si la vida es un caminar,
tiene piedras, cuestas y acantilados; cada paso deja huella en la tierra, con
el tiempo se borra pero es huella definitiva, no se puede desandar lo caminado.
No hay rumbo pero sí sentido, no se busca pero se encuentra, no persigues pero
por aquí ya pasaron, no existen reglas ni atajos, sin embargo una cosa te digo, perderse no es difícil, para ello solo se precisa un paso.
Jandro Güell.
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