4 de febrero de 2013

Lágrimas de camaleón


Lágrimas que acarician mis ojos como el colirio del camaleón de párpados pétreos. Resbalan en la mejilla creando verrugas de cristal y proyectan luces cual prisma gelatinoso haciendo temblar en tu cara colores múltiples mientras me ves marchar. En el ascensor que me hunde en mi infierno miro mis facciones en el espejo, repitiendo en mi conciencia no emerger nunca más a tu alcoba, que antaño prometía esperanzas. La cama del león que rezuma olores de rojo azahar, blancas flores que sangran dolores. Sin girarme, me asiento en mi caballo azabache, aprieto las crines provocándole el ronco relincho que anuncia nuestra despedida a la noche madrugadora.

Jandro Güell.

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